Bien dicen que la desesperación es la peor consejera; obvio esto aplica cuando nuestro auto se descompone y por la urgencia lo llevamos a cualquier taller mecánico. Un golpe o un ruidito se pueden convertir en tu peor pesadilla.
Estos pueden ser los problemas al ir a un taller sin conocerlo:
• Revisa los niveles de aceite, anticongelante, líquido de frenos, y del power (dirección hidráulica).
• Checa que el aceite en la varilla sea transparente, esto será un indicador de que realmente fue reemplazado.
• Si solicitaste cambiar alguna pieza por desgaste, pide que te muestren las nuevas y que te entreguen las antiguas, así evitarás que alguien más sea víctima de algún engaño.
• Tu motor y la carrocería deben estar totalmente limpios.
Que nadie juegue con tu desesperación, pregunta y pide recomendaciones sobre talleres mecánicos, compara precios y tiempos. Recuerda que tu aseguradora de autos te puede apoyar con este tipo de inconvenientes para que no te quedes sin coche, wibe, por ejemplo, te da un auto sustituto por máximo 20 días si el tuyo está en reparación a causa de un accidente o es declarado pérdida total.